Irritabilidad, susceptibilidad, mal humor, insomnio, malestar, pensamientos negativos, miedo al fracaso y a “quedarse en blanco” son algunos de los síntomas que la Selectividad puede provocarnos antes ni siquiera de examinarnos 😤. Nuestros niveles de ansiedad y estrés descubren nuevos límites y esto no nos ayuda en nada para nuestros exámenes, haciendo que estas pruebas sean aún más difíciles.
Es por ello que hemos hecho un poco de búsqueda en profundidad para darte una lista de consejos para relajar un poco estos nervios pre examen 🔥. ¡Toma nota y prepárate para las pruebas!
Nuestro cerebro ya tiene demasiados estímulos con las asignaturas como para cambiar la rutina constantemente 😵💫. Desorganización no es buena para el cerebro, y menos aún cuando estamos rozando los límites del estrés. Los días previos a los exámenes, sigue tu rutina habitual. Recuerda que hacer cambios a último momento no ayudan, y tampoco existen fórmulas mágicas para aprobar la Selectividad.
Cuando estudies, desconéctate del mundo. Literalmente, aparta tu teléfono y céntrate en el estudio. Para que te sea más sencillo, trata de programar tus tiempos de estudio y de descanso para no estar pendiente del teléfono 📲.
No queremos despistes de último momento, ¿verdad 😅? Antes de ir al examen, revisa con antelación la ruta, o incluso visita la sede algún día, para evitar acabar en la otra punta de tu ciudad. Te quitarás un peso de encima e irás más tranquilo.
Cuando hagas un examen, es recomendable empezar por lo que sabes. Para ello, empieza leyendo toda la prueba de forma que vayas analizando qué preguntas te parecen más fáciles. Después, empieza respondiendo esas para aprovechar al máximo que tu cerebro está fresco. Con esta estrategia, tendrás mucho más tiempo al final para poder pensar detenidamente las preguntas complicadas 💪.
Una forma natural de rebajar el estrés es haciendo ejercicio, ya que liberamos endorfinas. No hace falta que te pongas a hacer un triatlón, con un poco de yoga, estiramientos o una carrera suave es más que suficiente 🧘 (tampoco necesitamos lesionarnos antes de la Selectividad.)
Las pruebas de la Selectividad son muy importantes, pero tienes que confiar en todo el trabajo que has hecho durante estos dos años. No dejan de ser exámenes, y llevas años haciendo el mismo tipo de prueba una y otra vez. Estás preparado y solamente necesitas confiar en ti. 👉 Piensa más en las similitudes entre los exámenes de la Selectividad y los que has hecho que en las diferencias: al final, no deja de ser lo mismo.
Igual que necesitas revisar la ruta con antelación, revisa tu bolsa el día anterior para no olvidarte de nada 🎒. Imagínate presentarte al examen de matemáticas y dejarte la calculadora. Menudo chasco 😨. Si la preparas con antelación, podrás prevenir este tipo de cosas.
La noche anterior a tus exámenes asegúrate de dormir bien. Sabemos que estarás nervioso, pero intenta descansar como lo haces habitualmente para que al día siguiente, tu cerebro esté listo para la fiesta (la fiesta de los exámenes, queremos decir 🙃).
De camino al examen, busca relajarte en vez de leerte todos los exámenes de Filosofía. Solo vas a conseguir liarte más y ponerte nervioso innecesariamente.
Una vez salgas del examen, deja de darle vueltas a lo que has escrito o dejado de escribir. Trata de desconectar tu mente entre un examen y otro para relajarte. Necesitas toda tu atención en el próximo objetivo 👍.
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